miércoles, 27 de febrero de 2013

ACTUALIZACIÓN - Taller "Intervención familiar en exclusión social"


Os informamos del taller sobre Intervención familiar en exclusión social, que se desarrollará los días 4 y 11 de Abril en Gijón, entre las 16:00-21:00 horas.

  • La duración del taller es de 12 horas (10 presenciales + 2 de trabajo reflexivo).
  • El precio es de 50 euros.

Os adjuntamos a continuación el cartel informativo del taller, donde encontrareis más detalladamente toda la información sobre el mismo.
(Para ver el programa a un mayor tamaño, haz click sobre la imagen)


domingo, 3 de febrero de 2013

Una Esquizofrenia de Óscar: El Trastorno Mental en Cisne Negro y Una Mente Maravillosa




Definir lo que es la esquizofrenia es algo realmente complicado. Si apelamos a su etimología, vendría a significar “mente dividida”, por lo que podríamos entender que la esquizofrenia afecta al sentido común. El paciente esquizofrénico no entiende las motivaciones de los demás, considerándose el paradigma de la locura. Nunca hay dos esquizofrénicos iguales, y los síntomas pueden variar de unos a otros. Sin embargo, el cine nos ha querido trasmitir la imagen del esquizofrénico como alguien que vive con angustia, con miedo, asolado por las circunstancias que le rodean. En concreto, se propone analizar la Esquizofrenia en dos películas: Cisne Negro y Una Mente Maravillosa. El argumento de ambas películas se resume en:

> Cisne Negro narra cómo Nina (Natalie Portman) aspira por hacerse con el rol principal del próximo ballet de su compañía : El Lago De Los Cisnes, en el que debe ser capaz de interpretar el Cisne Blanco (a representar la pureza e inocencia) y el Cisne Negro (que vendría a ser la lujuria y el erotismo). Una vez conseguido el papel,  las condiciones y exigencias le empiezan a superar por dominar a la perfección el papel del Cisne Negro, mostrando desconfianza y en ocasiones hostilidad con los demás protagonistas como su otra compañera y sustituta de ballet Lilly (Mila Kunis).

> Una Mente Maravillosa está basada en la vida del premio Nobel de Economía John Forbes Nash, el cual fue diagnosticado de Esquizofrenia Paranoide. La película trata como John Nash, interpretado por Russell Crowe, tiene que hacer frente a esa nueva etapa de su vida, que supone un gran obstáculo en su ámbito laboral y personal, pero que al final consigue solventar y a convivir con ello.





Bien, se resume a los que a mi parecer son los signos y síntomas que se ven en ambas películas en la siguiente tabla, con una descripción a continuación de la misma: 






CISNE NEGRO
UNA MENTE MARAVILLOSA
DELIRIOS
- Delirios de persecución
- Delirios de Persecución
- Delirios de Grandeza
- Delirios de Control del pensamiento: Robo del pensamiento
             ALUCINACIONES
- Alucinaciones de Elaboración Compleja Auditivas, Visuales y Corporales
- Alucinaciones de Elaboración Compleja auditivas y Visuales
TRASTORNOS AFECTIVOS
- Se observan cambio en la naturaleza de las emociones como la irritabilidad con tendencia al enfado y la cólera
- Aplanamiento emocional
- Apatía
- En general, afectividad inadecuada

ACTIVIDAD PSICOMOTORA Y CONDUCTA OBSERVADA
- Agitación Psicomotora
- Disminución de la actividad psicomotora
- Pobre lenguaje gestual


El primer punto trata sobre los delirios.  Para saber de lo que estamos hablando, nos referimos al delirio como juicios sobre la realidad que la persona mantiene con total convicción sin que influya en ellos la evidencia  empírica. Tanto en Cisne Negro como en Una Mente Maravillosa los observamos y vienen a constituir el pilar base sobre los que se sustenta el argumento de las películas:

                En Cisne Negro:

è Delirios de Persecución:  el papel protagonizado por Natalie Portman mantiene la idea delirante de que su compañera de ballet (el rol protagonizado por Mila Kunis) quiere robarle el papel principal y por lo que conspira contra ella haciendo todo lo posible (como seducir al director del ballet) para conseguirlo.

         En Una Mente Maravillosa:

è Delirios de Persecución: John  Nash ( Russell Crowe) mantiene los delirios de persecución respecto al Gobierno creyendo que era un infiltrado y después aseguraba que era perseguido por estos. Como en Cisne Negro, los delirios de persecución tienen su naturaleza en el trabajo del personaje (relacionado con el trabajo de bailarina en Cisne Negro y relacionado con el potencial matemático de Una Mente Maravillosa).
è Delirios De Grandeza o Megalomanía: En su etapa universitaria, asegura que es poseedor de grandes cualidades respecto a su potencial que nadie más posee.
è Delirios de Control del Pensamiento: En una etapa más avanzada de su vida, se observa con claridad  el robo del pensamiento (asegura que sus ideas eran robadas por los agentes del  Gobierno).

El segundo punto abarca sobre las alucinaciones. Las alucinaciones se pueden definir como percibir aquello que no existe (percibir cuando no hay nada que percibir, es decir, oír cuando nadie te habla).  Ambas películas nos sumergen en las alucinaciones de sus personajes, aunque muchas tienden a distar de lo que verdaderamente pasa en los pacientes esquizofrénicos, pues no olvidemos que se trata del cine y siempre existe cierto “maquillaje cinematográfico”.  Tanto en Cisne Negro como en una Mente Maravillosa se dan alucinaciones de elaboración compleja propias de la esquizofrenia. Se detallan con más detenimiento con ejemplos a continuación:
-   

                   En Cisne Negro:

è Alucinaciones Auditivas y Visuales: estas tienden a conformar una nueva realidad para el sujeto que no pone en duda y que muchas veces van acompañadas al delirio. Algunas se dan por ejemplo en la  escena de sexo mantenida entre Mila Kunis y Natalie Portman, fenómeno que  nunca llegó a existir para la primera. Otra alucinación conocida como  Autoscopía (de ver en frente tuyo tu propio cuerpo) es cuando Nathalie Portman se encuentra en la bañera e introduce su cabeza en el agua y de repente, al abrir los ojos bajo el agua, observa su propio cuerpo afuera.
è Alucinaciones Somáticas: En la escena del Ballet cuando le toca interpretar el Cisne Negro, nuestra protagonista siente nuevas sensaciones corporales extrañas pero placenteras  asociadas a la creación de plumas negras que emergen a través de su piel.

-                 En Una Mente Maravillosa:

è Alucinaciones Auditivas y Visuales: estas tienden a constituir la creación de terceras personas como su compañero de universidad, la sobrina de este y el responsable del gobierno que solicita y persigue su ayuda.

El tercer punto va sobre los trastornos de la afectividad. La afectividad es el conjunto de experiencias que definen la vida emocional del individuo.  Hablamos de que la afectividad no es normal cuando su duración, intensidad y frecuencia es excesiva por un observador externo y aparecen desincronizadas en la vida del sujeto:

-              En Cisne Negro:

è No se observan grandes aspectos relacionados con este tema. Sin embargo, podríamos especificar que se observan cambios en la naturaleza de las emociones como la irritabilidad con tendencia al enfado y la cólera, que se aprecia sobre todo en la relación que mantiene Natalie Portman con su madre. Sin embargo, esto no es algo específico de la esquizofrenia, sino que puede observarse en otros trastornos como el Trastorno Bipolar.


-               En Una Mente Maravillosa:

è    En general,  se observa una afectividad inadecuada que se refleja muy bien en las expresiones  de Russell Crowe.
è Las emociones fluctúan de manera injustificada, apareciendo síntomas como la Apatía y Abulia, que es la desgana, la falta de motivación o energía. Esto se puede ver en la película cuando Alicia (la esposa de Nash) le manda algunas tareas domésticas  que él mismo empieza pero no puedo acabar.
è También se da ese aplanamiento o empobrecimiento de la respuesta emocional que se observa en la expresión facial del protagonista. Ante determinados momentos de alegría con Alicia, Nash (Russell Crowe) es incapaz de modular su respuesta emocional y es incapaz de generar respuesta alguna, por lo que permanece como “frío” ante la situación. Además, es de destacar ese distanciamiento que recalca la película en sus comienzos en la Universidad del resto de sus compañeros.


El cuarto y último punto versa sobre la actividad psicomotora y la conducta observada: 

En Cisne Negro:

è A medida que avanza la película, Natalie Portman va presentando un aumento de su actividad psíquica y motora. Esto se traduce en la presencia de una agitación psicomotora, que es un aumento  incontenible de la motilidad y sensación de tensión interna. Esto vendría asociado al delirio y alucinaciones que la protagonista percibe. Personalmente, creo que se ve muy bien cuando Nina (Natalie Portman) se encuentra sola ensayando en el estudio y pronto es víctima de sus alucinaciones e intenta escapar. En esta escena, presenciamos un aumento del  nerviosismo  de Nina que va más allá de la mera inquietud.

-          En Una Mente Maravillosa:

è En este caso, cuando Nash (Russell Crowe) es diagnosticado de esquizofrenia y en los años subsiguientes de su diagnóstico, se estima en términos generales una disminución de actividad motora y mental.  Se queda recluido en casa lejos de la realidad social que le acecha y deja de hacer muchas actividades en pareja que antes hacía con frecuencia con Alicia. Se presencia también un retardo en sus respuestas verbales, una disminución del pensamiento y muchas veces no sabe responder a las preguntas que le hace Alicia.

En definitiva, se viene a representar el espectro esquizofrénico en las dos películas. Mientras que en Una Mente Maravillosa se tiran más a representar la Esquizofrenia Paranoide (presencia de delirios sobre todo) para coincidir seriamente con el diagnóstico real de John Nash, en Cisne Negro se pretende dar una visión de la esquizofrenia con predominancia de las alucinaciones obviando en muchas ocasiones los demás síntomas como los afectivos, por lo que habría que poner en duda el hablar de esquizofrenia en esta película.

jueves, 6 de septiembre de 2012

EL PARADÓJICO "INDIVIDUALISMO DE MASAS"


La “individualización” no es un fenómeno universal sino una tendencia visible en las sociedades occidentales de los últimos años y cuya expansión se advierte a escala mundial, nace así el paradójico concepto que Sombart viene designando como “individualismo de masas” y es que, como ya adelantaba Marx hay más sujetos que los que hayan soñado las filosofías".

Así, podríamos decir que la génesis de las formas de identidad comienza con la filosofía griega, el sofismo entenderá la voluntad irracional, al servicio de intereses privados, como única garantía de saber, y mostrará escepticismo ante la existencia de principios universales, surgiendo así el enfoque individualista hedonista, (pesimismo ilustrado, naturaleza orgánica de Kant, Freud) .Posteriormente, con la cosmovisión cristiano-medieval, la subjetividad es sinónimo de interioridad, entendida en San Agustín, como unión con el creador. Es este momento, con las sociedades estamentales, cuando la identidad quedaba prefijada por estancias supraindividuales.

 En Descartes, destaca la subjetividad cognoscente. La conciencia es entendida como un conjunto de ideas, no individuales, sino universales. A diferencia de Hume, para quien la mente es un conjunto de impresiones individuales.

Durante la industrialización, el proceso de individualización se exacerba, el liberalismo político y económico y, la consiguiente urbanización, conllevaron una ruptura con las raíces locales y las relaciones sociales, produciéndose la separación entre la vida pública y la vida privada. De manera que el individuo se encontró solo y auto- observándose  a la hora de dirigir su vida.

En medio del capitalismo salvaje, surge el individualismo posesivo, que entiende que cada cual es propietario de su persona y sus capacidades y ha de buscar el beneficio particular en cada relación. A su vez se origina a raíz de la teoría de la evolución, el darwinismo social, defendiendo la competitividad entre individuos, frente a la cooperatividad de la cual el propio Darwin era partidario.

En los sesenta, surge en Estados Unidos la psicología humanista de la mano de Maslow y Rogers que defiende la existencia de un individuo metafísico, que no formaría parte de la sociedad. En el mismo momento en el que tiene lugar el Movimiento por el Potencial Humano, que defendía el cambio de vida, la felicidad y la autorrealización del americano, dando lugar a la fragmentación de la identidad personal.

Como resultado, el individualismo actual se asienta sobre la individualización alentada por la civilización industrial. Este individuo amenazado por la incertidumbre y la indefensión, delega su libertad y sustituye la responsabilidad por tutela, recurriendo a los saberes expertos y a la cultura terapéutica, cuyos principios de actuación desconoce.

En este contexto, se produce la fragmentación, no sólo de la identidad personal en una multiplicidad de singularidades en devenir, sino también de la sociedad, formada por una pluralidad de posibilidades separadas entre sí y parcialmente incompatibles, entre las que los sujetos se ven obligados a modelar una vida en continua amenaza de desanclarse.

De esta manera, la individualidad de nuestro tiempo, se centra en el cultivo de la propia interioridad, la autenticidad emotiva, la autoexploración y la idea de felicidad a través de la recolección de sensaciones intensas que rompan la monotonía  de la vida cotidiana, ante un mundo externo desprovisto de sentido. Ejemplos de ello, son el auge de la industria del entretenimiento, la creciente movilidad en los centros de trabajo y el consumo compulsivo, cuyo contraste con la cotidianidad, fomenta la sensación de vacío, y dando lugar a  la necesidad de constante excitación.

Así, respecto al aspecto físico, el culto al cuerpo es un hecho, convirtiéndose en expresión de la personalidad, cuyo perecer se intenta anular a través del dominio absoluto del mismo.

Se busca proyectar el “yo” en cada acción, bien consumido y relación. Lo público se reformula desde las categorías de lo privado. Senet, entiende que los vínculos sociales, únicamente tienen significación para este individuo, si permiten suscitar en el yo experiencias enriquecedoras. De forma que, las técnicas de autoayuda se centran en la necesidad de crear redes de apoyo formadas por los sujetos que comparten el mismo problema.

Por otra parte, nos encontramos ante una paradójica situación de desinformación por sobreinformación, a la vez que los medios de comunicación, engendran y destruyen celebridades efímeras dando creando la idea de que la fama está al alcance de cualquiera, lo que origina, en muchas ocasiones una frivolidad similar a la plasmada en el mito de Erostrato, dispuesto a conseguir el éxito a cualquier precio.

Todo ello surge a través de un sistema capitalista monopolístico. En el que las macroorganizaciones, se centran en crear necesidades. A su vez, según Lipovetsky, el consumo se vuelve personalizado, proyección de un sujeto fragmentado y cosificado, que entiende su identidad como posesión y consumo de todo tipo de  productos.

En medio de esta cultura empresarial, autores como Foucault, defienden que el individualismo es producido por las tecnologías de gobierno lo que da lugar a un individuo estandarizando, átomo de comunidades desintegradas y adaptado al creciente aumento de vida, mediante el consumo y los principios de la civilización técnica. Así, un ejemplo de este control político, sería el análisis de Rose del “trabajador contento”, instrumento alineado con los objetivos empresariales. Se produce así una despolitización de los problemas sociales, convirtiéndolos en problemas psicológicos e individuales y suprimiendo las movilizaciones colectivas para resolverlos. De forma que, la terapia individual sustituye a la acción política en lo que se conoce como el actual individualismo "positivo".

Ante esto, es necesario un sistema en el que el individuo sea gobernado través de su enlace o dependencia respecto al conjunto de la sociedad, mediante la responsabilidad, la cooperatividad, el altruismo y la construcción común de instituciones justas, que minimicen o supriman la opresión y la desigualdad entre los seres humanos.