viernes, 13 de julio de 2012

¿Cerebro o Historia de vida?

Caso clínico:

J.H.T fue un ex-combatiente de la guerra de Vietnam. Cuando volvió, hasta sus familiares dijeron que no era la misma persona. Tras esperar unos años se convirtio en un tipo solitario, que prefería hacer las cosas por sí mismo antes de que se las hiciesen los demás, rechazaba la compañía hasta de sus familiares; todos los médicos coincidian en que sufría un peculiar estado de estrés post-traumático.

Un mal día, J.H.T cogió sus armas que aún conservaba y en un delirio extremo mató a mujer, a su hija y a sus propios padres. No es que hubiese perdido el contacto con la realidad como si fuese un esquizofrénico o un demente, este sujeto padecía el síndrome o el mal de Capgras.

En el padecimiento de este síndrome es común a los enfermos la frase: "Me han robado a mi familia, los han susituido por otros"

El mal de Capgras fue nombrada en honor a Jean Marie Joseph Capgras, psiquiatra francés que reconoció la enfermedad bajo el nombre de l'illusion des sosies (ilusión de los dobles) en 1923. Capgras reportó el caso de una mujer de 74 años que afirmaba que su esposo había sido remplazado por un extraño. La paciente reconocía con facilidad a los demás familiares, todos excepto a su esposo.

Recapitulando el caso de J.H.T, su padecimiento se debía a una lesión en las "conexiones" que van de las áreas de reconocimiento visual (no facial, no sufría de prosopagnosia aunque se le diagnosticó eso en un principio; su giro y área fusiforme estaban intectas) a la memoria afectiva y a amígdala. Los sujetos que padecen este trastorno no suelen matar, pero en el caso de J.H.T el padecimiento de este síndrome, combinado con su estrés post-traumático, se combinaron en una mezcla explosiva que dejó 5 muertos y una historia trágica de una familia.

J.H.T mataría a cualquiera que "tuviese a sus verdaderos padres", pero se le detuvo antes de que siguiese matando. Los médicos probaron en él una teoría que tenían, y esto es muy interesante: le taparon sus ojos y dejaron que el resto de sus familiares cercanos le hablasen. Comprobaron que tenía dañado sólo un canal sensorial (vista), pero si se lo obstaculizaban, los otros canales sensoriales funcionaban y seguía reconociendo a sus familiares. Así es como se consiguió una confesión y un profundo estado de culpa.


Moraleja sobre el caso: "Dale a un Americano un arma, .....¿para qué?....para que se pueda defender del resto de millones de americanos que también tienen un arma"

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